jueves, 28 de octubre de 2010

Lección 6 CURIOSIDADES

El coste de casarse para los chinos

Desde el nacimiento hasta la defunción, todas las personas van acumulando experiencias y recuerdos importantes. La boda es una experiencia muy importante en la vida de una persona.

1.                 Teniendo en cuenta las jerarquías sociales, cada persona tiene una cultura, una forma de pensar y una actitud ante el consumo diferente

En la sociedad feudal del campo, los padres debían ahorrar mucho dinero para que los hijos pudieran casarse. Los campesinos, sobre todo, trabajaban durante todo el año y ahorraban todo lo que obtenían de la venta de los cultivos para que sus hijos se pudieran casar algún día. En aquella época, como China era un país muy cerrado, las parejas no solían conocerse antes de casarse. Lo más normal era que la familia del chico contactara con una casamentera, la cual le buscaba una pareja adecuada. Si la familia del chico estaba conforme con la chica, la celestina hablaba con la familia de ella, y les llevaba los regalos que la familia del chico había preparado. Si la familia de la chica estaba de acuerdo, se empezaba a hablar sobre los gastos de la boda.

En primer lugar, la familia del chico tenía que dar dinero a la familia de la chica. Esto es lo que se llama pinjin. La cantidad de dinero a entregar variaba dependiendo de la familia de la chica. Esta tradición todavía se conserva en algunos lugares.

Después la familia del chico tenía que pagar el desplazamiento de la chica, familiares y amigos hasta el lugar donde se celebraba la boda.

La familia del chico también tenía que contratar a un cocinero para que se encargara de preparar el banquete en su casa. Asimismo, también tenían que pagar los trajes de boda de los novios. La familia de la novia preparaba un par de pulseras de oro con un grabado en forma de dragón y de fénix (en China estas pulseras son conocidas como long feng zhuo) y la dote (joyas de oro y jade y ropa). Si la novia no tenía una dote suficiente, la familia del novio no la respetaría. Los parientes también regalaban joyas de oro a la pareja. 

El día de la ceremonia, la novia tenía que dirigirse a casa del novio en el palanquín nupcial, decorado con motivos de dragones o de fénix. Además de los porteadores formaban la comitiva personas que llevaban gongs, paraguas y abanicos. En la mayoría de los casos, ésta estaba formada por un grupo de diez personas como mínimo, y de varias decenas como máximo. La novia cubría su cabeza con un pañuelo de seda roja, y estaba acompañada por la casamentera. El novio y la novia iban cogidos cada uno a un extremo de una cinta de seda roja hasta que subían al palanquín.

El camino a casa del novio solía ser una escena bastante animada: los porteadores del palanquín nupcial donde viajaba la novia iban dando tumbos deliberadamente, a lo que el novio tenía que bajar a pedirles clemencia, para que la novia pudiera llegar felizmente a su destino. Esos momentos solían provocar carcajadas a todos los asistentes. Esto daba un ambiente distendido a la ceremonia.

La parte más importante en una boda era la de postrarse ante el cielo y la tierra, ya que, según las antiguas costumbres, una pareja no estaba realmente casada hasta terminar esta parte. Los novios se acercaban a la mesa del cielo y la tierra, el novio a la izquierda y la novia a la derecha, hombro con hombro. En ese momento el maestro de ceremonias decía en voz alta: “primera reverencia ante el cielo y la tierra, segunda reverencia a los padres (del novio), tercera reverencia entre los mismos novios”.

Después de esto, los novios tenían que entrar en la habitación nupcial. Según las costumbres populares, los parientes de la misma jerarquía y los amigos se concentraban en la habitación y hacían bromas a los novios, que, a veces, podían resultar bastante exageradas, pero que los novios intentaban soportar como podían, para mantener el ambiente alegre y distendido de la celebración.

Mi bisabuelo materno fue medico tradicional chino. Vivía en un pueblo que se llamaba WuZhen (situado en la provincia ZheJiang). Cuando se casó, siguió todos estos pasos. Para la ceremonia se gastó más de mil gramos de plata. Durante dos años, tanto su familia como él no pudieron gastar más que lo necesario para comer, ya que el resto lo ahorraban para la ceremonia.

2. Nuevas formas de pensar y objetos de occidente entraron en China. Esto hizo que una minoría de los jóvenes cambiaran su ideología

En el año 1911, la mayoría de la gente aún se casaba de la forma tradicional. Muchos intelectuales habían estudiado fuera del país, y algunos de ellos estaban influenciados por teorías marxistas, lo que iba en detrimento de las costumbres tradicionales. Muchos de ellos se casaban por amor en vez de por conveniencia o acuerdo paterno.

Como ejemplo, mi abuelo materno estudió ecología en los años 30 en Japón. Cuando terminó sus estudios, volvió a china y trabajó en una escuela de secundaria de Shanghai. Allí conoció a mi abuela materna (contable en la misma escuela). Se enamoraron y decidieron casarse. Mi abuelo compró un par de alianzas de oro. Mi abuela trajo su traje de novia y las joyas. La madre del novio le regaló una pulsera de jade a la novia (que su propia suegra le había regalado a ella para su boda). Se hicieron una foto juntos en el apartamento del novio, y fueron al restaurante a celebrarlo con sus amigos. En total se gastaron 500 yinyuanes (moneda llamada antiguamente Da Yang). Ambos se contentaban con poco dinero y los amigos también disfrutaron con ellos de su felicidad. Los amigos les regalaron algunos libros, sábanas, etc. y objetos que en aquella época no podían encontrarse en China (una radio, un bolígrafo de marca extranjera, un reloj de pulsera).

3. Consumo relacionado con economía política

En los años 60-70, las parejas que querían casarse, tenían en cuenta los orígenes familiares, respetando la clase social de cada uno. Un chico de una familia de terratenientes no podía casarse con una chica de una familia proletaria, y viceversa, a pesar de que ellos quisieran. Además, el Maoismo era puritano, por lo tanto, la boda era muy simple y suponía menos gastos (en esta época tampoco había tantos objetos). Como en el sistema tradicional, los padres de los novios concretaban la fecha de la boda y los gastos (a compartir entre las dos familias, aunque la del novio siempre pagaba más que la de la novia). La dote típica incluía un ajuar. Antes del día del enlace, los novios se hacían una fotografía de estudio, iban a pedir el certificado de matrimonio, y normalmente celebraban un banquete en casa del novio o, más raramente, en un restaurante, al que invitaban a parientes y amigos. Los regalos de boda solían incluir el libro hongbaoshu, escrito por Mao Zedong, una fotografía de Mao, un pin de Mao y objetos útiles para la vida cotidiana.

Al final de los 70, el origen familiar no se tenía demasiado en cuenta, y las ceremonias eran muy parecidas a las de los años 60. La mayoría de parejas no iban a vivir con sus padres, ya que muchas de ellas pedían una vivienda comunitaria cerca de su trabajo. A causa de esto, los recién casados tenían que proveerse de muebles, ya fuera gracias a sus padres, o a que buscaran un carpintero que les hiciera los muebles a medida, lo que añadía otro coste más a la celebración del matrimonio. Los regalos solían ser adornos para la casa.

A modo de ejemplo, mis padres se casaron en esta época. A pesar de que mi abuelo paterno era de derechas, mis abuelos maternos lo aceptaron. Mis abuelos maternos les prepararon todo lo necesario para la vivienda (sábanas, vasos de cristal, toallas, trajes etc.). Mis abuelos pagaron el banquete y les compraron una bicicleta. Mis padres prepararon algunos caramelos y tabaco para reglar a los vecinos y compañeros de trabajo. En esta época se acostumbraba a regalar a los amigos y compañeros de trabajo un tipo de caramelos y tabaco llamados XiTang, XiYan. Mis padres los regalaron. Desde entonces, se ha convertido en una practica habitual, y todas las parejas regalan estos caramelos y tabacos. Un amigo les regaló una figura de yeso con forma de ángel. Otro les regaló unos diarios con el dibujo de Mao en la portada.

4. El consumo aumenta, la gente quiere conocer más las costumbres occidentales

A partir de los años 80 se empezó a poner de moda hacer los viajes de luna de miel por China. A partir de los 90, en cambio, se prefería toda Asia y el resto del mundo, especialmente Europa, siendo París uno de los destinos más populares. También se populariza regalar dinero a la pareja, en vez de los regalos tradicionales. Las parejas recuerdan la cantidad de dinero que les han regalado sus amigos, de manera que cuando estos se casan les regalan la misma cantidad. Poco a poco el nivel de vida ha ido aumentando, por lo que ha incrementado, a su vez, la cantidad de dinero que la familia o amigos regala (por ejemplo, una familia que regalara 600 yuanes a unos novios en el año 94, podía tener que regalar unos 1500 yuanes a otra pareja en el año 2000). Durante esas dos décadas, la dote más común incluía electrodomésticos. Después del viaje, las parejas traían algún regalo del viaje para los familiares y los mejores amigos.

5. El consumo sostenible en China

En la actualidad, los padres del novio suelen comprar un apartamento con un mínimo de dos habitaciones, o bien les pagan a los novios una cierta cantidad de dinero como entrada, teniendo que pagar la pareja el resto. La familia de la novia suele amueblar y decorar el piso, o bien comprar un coche. Los novios se hacen fotografías con diferentes vestidos (tradicionales chinos o japoneses, europeos…). Algunas parejas también se hacen fotografías delante de una iglesia. Durante la ceremonia y el posterior banquete, la novia suele vestir de blanco, y se cambia al tradicional “QiPao” rojo para despedir a los invitados. Como hay tantos gastos, los padres de muchas familias, a pesar de estar jubilados y cobrar la pensión, tienen que seguir trabajando. No porque cobren poco dinero, sino porque tienen que pagar el apartamento de sus hijos o el coche. En cambio, sus hijos no hacen nada. Cada día se comparan con otras personas que tienen más cosas y más caras.

La boda de mi primo en GongZhou hace dos años costó 300.000 yuanes (el banquete 30.000 yuanes, el piso 220.000 yuanes, el viaje 10.000 yuanes etc.) Él sólo pagó una pequeña parte de todo. Sus padres pagaron el resto. Como no tenían bastante dinero, nos pidieron a nosotros 50.000 yuanes (la novia dijo que su hermana tenía un piso de estilo europeo y ella quería uno del mismo estilo, pero más grande que el de su hermana) Al año siguiente tuvieron una hija. Debido a la crisis mi primo ha perdido su empleo y se ha quedado en casa. Sus padres tienen que trabajar más horas para mantenerle a él y a su familia. Durante medio año ha estado buscando trabajo, pero todavía no ha encontrado. Además, mi primo ha empezado a malacostumbrarse y a empezar a salir con sus amigos (todos desempleados) a tomar algo después de cenar. Es decir, se gasta el dinero que ganan sus padres con tanto esfuerzo. Tengo entendido que hay mucha gente que actúa de esta forma. Incluso se les ha puesto nombre. Se les llama Ken LaoZu (Ken : comer, Lao: los mayores, Zu: el grupo) lo que significa que se “comen” el dinero de la gente mayor. Parece que este tipo de gente está enferma, ya que tiene una actitud de compra compulsiva.

6. La boda como negocio

Algunos chinos que se encuentran en España (la mayoría del sur de China: QingTian, Wen Zhou, Fujian) se casan por dos razones: amor, y por el dinero que les van a regalar. Como siempre, las dos familias hablan del dinero y el regalo para los novios. El regalo, aquí, también es dinero. Los novios avisan a todos los amigos y compañeros y preparan todas las invitaciones. La mayoría de los invitados va a la boda porque quiere compartir la felicidad de los novios. Sin embargo, otros, que no se conocen tanto, y, por tanto, no son tan amigos, tienen que ir por cortesía, y además deberán preparar el dinero que les van a regalar. Cada persona pone un mínimo de 100 euros (los parientes siempre ponen 1000 euros o más) en un sobre rojo. Los novios, en realidad, siempre acaban recibiendo más dinero del que se gastan en la ceremonia. Además, no se van de viaje de luna de miel, sino que buscan oportunidades para hacer negocio en España con este dinero. Poco a poco hay cada vez más tiendas chinas (todo a cien) y restaurantes chinos en España. Cada vez más, sus negocios se van extendiendo a bares, fruterías y panaderías. Han llegado a formar una costumbre en España. 

2 comentarios:

  1. Hola,
    Por fin creo que podré enviaros mis comentarios!
    Me parece genial esta iniciativa.
    Saludos
    Mariona Raga

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  2. Estas seis lecciones de curiosidades, son interesantes, y reflejan los topicos, las contradiciones y los juicios de valor que solemos hacernos los humanos, unos a otros, sea cual sea su procedencia. He estado dos veces en China y es un país fascinante que se aparta bastante de la idea romántica que podamos tener los occidentales o de la que uno se haya podido hacer a través de los chinos que viven en España. Espero regresar otra vez para seguir conociéndolos mejor.

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