viernes, 5 de noviembre de 2010

Lección 8 CURIOSIDADES

Hablar en voz alta

Normalmente los chinos no hablan en voz alta. Aunque lógicamente, en algunas ocasiones suben la voz en función de la distancia del interlocutor o de la cantidad de público al que se dirigen así como al ruido del entorno o a la prisa que tengan por decir algo. Por ejemplo, en los marcados donde hay mucha gente para comprar, los vendedores no tienen mucha paciencia para dar explicaciones, por lo tanto intentan  hablar en voz alta para que todos les puedan escuchar.

Gran parte de los inmigrantes chinos, trabajan en restaurantes o en almacenes. Sobre todo, la gente que trabaja en almacenes, o en restaurantes de grandes dimensiones, es decir, con muchos metros cuadrados, están acostumbrados a levantar mucho la voz para comunicarse con sus compañeros sin tener que desplazarse o acercarse a ellos. Eso les permite comunicarse sin dejar por ello de trabajar.

En los restaurantes cada trabajador cuida unas mesas, a la hora de tomar las comandas, no es infrecuente oír gritos entre los camareros, esto no significa que estén enfadados entre ellos, simplemente es que se están pasando las comandas en voz alta para economizar desplazamientos, si bien, los clientes que no entiendan el mandarín pueden pensar que están discutiendo. En todo caso, reseñar que esta costumbre, puede resultar molesta a los clientes que prefieren mantener un nivel bajo de conversación y comer en un entorno calmado, tranquilo y sin voces altas.

Como anécdota diré que el primer año que llegué a Barcelona, trabajaba en el restaurante de mi tío abuelo, era un restaurante grande, preparado para servir a trescientas personas. El bar estaba al fondo y el restaurante, tenía tres salas para los clientes. El día 1 de enero de 2002, recuerdo que a partir de las dos de la tarde había muchos clientes, sobre las tres de la tarde entraron casi cien personas justo a la misma ahora. Éramos cuatro camareros y mi tía abuela, como yo no sabía mucho castellano, trabajaba como ayudante de camarera, después de traer las bebidas de una mesa, mi tía abuela me encomendó las bebidas de otra mesa por otro lado en voz muy alta, en ese momento, los clientes de la mesa se sorprendieron, y me preguntaron que pasaba. Se lo expliqué brevemente y en Ingles, como mi tía abuela seguía dándome órdenes fui al bar para recoger las bebidas de la otra mesa. Después de servir a la otra mesa, los clientes me dieron propina. En aquel memento, no pensé nada, sólo dije gracias y me fui a trabajar. Cuando se fueron, me preguntaron otra vez sobre la jefa que gritaba. Se lo expliqué de nuevo en inglés, me dijeron que pensaban que yo había hecho algo malo y que la jefa me estaba insultando. Me reí mucho y les dije que no era así, que simplemente era la costumbre y que no se trataba de ningún insulto ni ninguna riña o discusión, en todo caso era para que oyera bien lo que me pedía.

Hay muchos casos parecidos, como los extranjeros no conocen las costumbres chinas, esto en ocasiones da lugar a malos entendidos. Actualmente y cada vez mas, también los chinos se van adaptando a las costumbres españolas.

Mian he

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